El micrófono lavalier más popular del último año ha sido el Boya M1 ya que ofrece una buena calidad de sonido, patrón de respuesta y puede ser conectado tanto a una cámara con entrada de micrófono, como a una grabadora de audio como a un smartphone.

Debido al hecho de que se puede conectar a la cámara directamente (nada recomendable si es una DSLR) el fabricante optó por ponerle un largo cable de 6m. Este cable puede ser muy bueno en unas ocasiones y un dolor de cabeza en otras. Cuando estás grabando el sonido en un smartphone que llevas en el bolsillo, tanto cable puede ser excesivo.

Personalmente cuando uso un micrófono lavalier cableado prefiero poder desconectarme del cable, es decir, que no quede cable colgando de mis pantalones. En una operación normal del micrófono, todo el cable del propio micro lo recojo en el bolsillo y uso un cable XLR que empieza en el mismo bolsillo y termina en la grabadora de audio. Compraré un kit de micrófono lavalier inalámbrico cuando Rincón Ingenieril genere dinero, encuentre trabajo o las estrellas se alineen con la primera luz del quinto día , lo que antes ocurra.

Es por esto que he decidido diseñar e imprimir este chisme/cosa que permita tener recogido el cable del micrófono, tener accesible el conector al cual poder conectar y desconectar el cable XLR y que todo el conjunto sea una pieza sólida que se pueda colgar de la cintura del pantalón con un clip.

Evidentemente tienes todos los archivos para que puedas imprimir el tuyo aquí.

Enrique Gómez

Ingeniero Electrónico Industrial y Automático, amante de la comunicación audiovisual y de la divulgación ingenieril y científica. Friki de Star Wars, cuenta más de lo que parece. Puedes saber más sobre mi y sobre mis trabajos en www.enriquegomez.me